Valoración del estado nutricional.
1. VALORACION DEL ESTADO NUTRICIONAL.
Dada la
estrecha relación que existe entre nutrición y salud, la determinación del
estado nutricional de un individuo o de un colectivo de personas concreto es
una necesidad en nuestro actual estado de desarrollo sanitario, tanto como
medida de prevención primaria como secundaria. El presente trabajo aborda
aspectos como la determinación de la ingestión de nutrientes y de la estructura
y composición corporal, así como la evaluación bioquímica y clínica del estado
nutricional.
El concepto
de evaluación del estado nutricional tiene un carácter y unas aplicaciones
amplísimos. Desde el punto de vista de la medicina preventiva de un país, es
fundamental conocer el estado nutricional del mayor porcentaje posible de su
población, para posteriormente, poder hacer las intervenciones pertinentes en
materia de salud pública. Otro punto de vista es la evaluación específica en
distintos grupos vulnerables como son las mujeres embarazadas, los niños y las
personas mayores. En el otro extremo está la necesidad de conocer el estado
nutricional en el ámbito hospitalario, en el caso de enfermedades concretas,
para poder obtener un pronóstico y poder intervenir en su curso evitando
complicaciones.
El estado nutricional de un individuo se puede definir como el resultado entre el aporte nutricional que recibe y sus demandas nutritivas, debiendo permitir la utilización de nutrientes mantener las reservas y compensar las pérdidas. Cuando ingerimos menor cantidad de calorías o nutrientes de los requeridos, se reducen las existencias de los distintos compartimentos corporales y nuestro organismo se vuelve más sensible a descompensaciones provocadas por un traumatismo, una infección o una situación de estrés. Por otra parte, cuando ingerimos más de lo que necesitamos para nuestras actividades habituales, se incrementan las reservas de energía de nuestro organismo, fundamentalmente ubicadas en el tejido adiposo. Una ingestión calórica excesiva, un estilo de vida sedentario o ambas cosas a la vez determinan un aumento del tamaño de nuestros depósitos de grasa que cuando alcanzan un valor crítico comportan la aparición de un cuadro clínico y social conocido como obesidad.
Es
relativamente fácil determinar cuándo una persona está francamente desnutrida
o, por el contrario, muestra signos de sobrealimentación. También es
relativamente sencillo detectar déficit nutricional grave como el escorbuto, la
pelagra o la anemia ferropénica.
Dadas la
diversidad de factores y la variabilidad de mecanismos implicados en el balance
nutricional de cada individuo es necesario recurrir a medidas que nos orienten
respecto de nuestro estado nutricional.
Es
importante fijar bien el objetivo de la evaluación nutricional para no perder
tiempo y dinero en análisis innecesarios. Por ejemplo, en el ámbito
hospitalario, como existen limitaciones de todo tipo, el médico debe
seleccionar muy bien el número mínimo de pruebas que se deben realizar para
asegurar un buen diagnóstico.
Son muchos
los datos que nos pueden ayudar a valorar el estado nutricional, pero
fundamentalmente se pueden agrupar en cuatro apartados:
- Determinación de la ingestión de nutrientes.
- Determinación de la estructura y composición corporal.
- Evaluación bioquímica del estado nutricional.
- Evaluación clínica del estado nutricional
Determinación de la ingestión de nutrientes
Consiste en cuantificar los nutrientes ingeridos durante un período que permita suponer que responde a la dieta habitual. Cuando estas cantidades de nutrientes se comparan con tablas de ingestiones recomendadas, podemos tener una idea de qué es lo que tomamos en exceso y qué en defecto. Como en la mayoría de los casos es imposible hacer un análisis químico de los nutrientes ingeridos en nuestros alimentos, lo más habitual es recurrir a las encuestas dietéticas. En estas encuestas se valoran los alimentos ingeridos durante un cierto número de días, mediante tablas de composición de alimentos, y se cuantifican los nutrientes. Finalmente, se comparan nuestras ingestiones con tablas de ingestiones recomendadas y con los objetivos nutricionales.Este método de encuestas tiene muchas limitaciones; aun así es el más rápido y práctico. Por ejemplo, es difícil apreciar las cantidades exactas de cada alimento ingerido y, además, las tablas son siempre bastante imprecisas en cuanto a la cantidad de los distintos nutrientes, como por ejemplo las vitaminas y minerales, que se pueden ver alterados en diversas situaciones como en el caso del tipo de cocción del alimento.
El tamaño
de la muestra, la edad de los individuos, los objetivos nutricionales o el
grado de precisión determinan el tipo de encuesta que se debe emplear.
Básicamente, existen 3 ámbitos distintos de encuestas: a escala nacional (hojas de balance alimentario que permiten conocer la disponibilidad de alimentos de un país), a escala familiar (encuestas de presupuesto familiar, inventarios dietéticos familiares) y a escala individual, que es lo que genéricamente se conoce como encuestas nutricionales. A su vez, de éstas también hay muchos tipos: el diario dietético, el recordatorio de 24 horas o el cuestionario de frecuencia.
Determinación de la estructura y composición corporal
- Medidas antropométricas
Se basan en
tomar medidas de longitud y peso sobre el propio cuerpo y compararlas con
valores de referencia en función de nuestra edad, sexo y estado
fisiopatológico.
Está claro
que la talla, la constitución y la composición corporal están ligadas a
factores genéticos, pero también son muy importantes los factores ambientales,
entre ellos la alimentación, en especial en las fases de crecimiento rápido.
Las medidas antropométricas son técnicas no invasivas, rápidas, sencillas y económicas. Sin embargo, para evitar errores, deben ser tomadas por una persona experta y deben ser comparadas con tablas de referencia apropiadas.
2. Talla y peso
Los
parámetros más habituales y que siempre se miden son la talla (T) y el peso
(P). Existen numerosas tablas que nos indican el peso deseable en función de
nuestra talla y sexo. Las más utilizadas son las de la Metropolitan Life
Insurance (1983) en las que se expresa el peso que previsiblemente favorecerá
una mayor longevidad del individuo en función de su talla, sexo y complexión.
La complexión ósea se suele determinar fácilmente midiendo la circunferencia de
la muñeca con una cinta métrica inelástica, o también midiendo con un nonio o
pie de rey la envergadura del codo. Comparando estas medidas con sus tablas
respectivas podremos saber si nuestra complexión es pequeña, mediana o grande.
Cabe destacar que, a pesar de lo que mucha gente cree, para una misma talla y
teniendo en cuenta la complexión existe un margen bastante amplio de pesos
aceptables y no un único valor de «peso ideal»
A partir de
estas medidas generales de peso y talla se pueden calcular muchos índices,
entre los que destaca el índice de masa corporal (IMC) (Body mass index, BMI) o
índice de Quetelet (tabla 1). También con estas medidas podemos hacer una
estimación del metabolismo basal (MB) o gasto energético basal que es el gasto
energético que tendríamos en reposo, es decir, el destinado al mantenimiento de
las funciones vitales. Por ejemplo, una fórmula que nos da una estimación muy
rápida en varones es: MB(kcal/h)=1xP(kg), mientras que en mujeres es:
MB(kcal/h)= 0,9xP(kg).
Es
importante fijar bien el objetivo de la evaluación nutricional para no perder
tiempo y dinero en análisis innecesarios.
- Grasa corporal. Para hacer una estimación de la grasa subcutánea, que representa aproximadamente el 50% de la total, se suelen medir los pliegues subcutáneos de distintos puntos del cuerpo con un lipocalíper o plicómetro. Entre ellos destacan el pliegue tricipital que se mide en el punto medio de la cara posterior del brazo no dominante; el pliegue bicipital que se mide en el punto medio de la cara anterior del brazo, sobre el vientre del músculo bíceps; el pliegue subescapular que se mide por debajo de la escápula y el pliegue abdominal que se mide en la línea umbilicoilíaca, junto al reborde muscular de los rectos del abdomen. Con estos pliegues se puede determinar, mediante fórmulas y comparando con tablas de referencia, el grado de adiposidad de una persona. Aunque es muy variable, cabe destacar que el porcentaje de grasa corporal incrementa con la edad y es superior en las mujeres que en los varones.
- Masa muscular. Es el sistema más rápido y simple. Es el cálculo del perímetro muscular del brazo (PMB) mediante la determinación de la circunferencia o perímetro del brazo (PB), con una cinta métrica inelástica y teniendo en cuenta el pliegue tricipital (PT): PMB (cm)= PB(cm)-(PT(mm). Para valorar si existe una situación de desnutrición en relación con la proteína muscular, basta con comparar nuestro valor con el percentil 50 de la población.
Tanto para
la grasa como para la masa muscular se pueden hacer muchas medidas y calcular
muchos índices, aunque los más utilizados son los anteriormente comentados.
Otros
métodos para determinar la composición corporal
- Impedancia bioeléctrica. Se basa en que el tejido magro conduce mejor la electricidad que el tejido graso y, por tanto, la resistencia corporal a la corriente eléctrica está inversamente relacionada con la masa magra.
- Tomografía computadorizada y resonancia magnética. Nos pueden cuantificar la grasa de cada región y diferenciar entre la grasa intraabdominal y extra abdominal.
- Ultrasonidos. Debido a que el músculo, el hueso y la grasa tienen distinta densidad y propiedades acústicas se utilizan ondas sonoras de alta frecuencia para obtener una medida del grosor de la grasa en distintas zonas del cuerpo.
Determinaciones bioquímicas
La gran
ventaja de los datos bioquímicos respecto al resto es su objetividad debido al
control de calidad riguroso que debe tener cada laboratorio. Se pueden realizar
sobre distintas muestras. Hay dos tipos de análisis: los estáticos, que miden
el valor real de nutriente en una muestra concreta (hierro en suero, cinc en
pelo) y los funcionales, que cuantifican la actividad de una enzima que depende
del nutriente de interés. Existen tres métodos posibles:
- Aquellos que nos indican si hay un buen aporte o no a través de la dieta
- Los que nos indican si hay alguna función alterada que depende de la cantidad de nutriente en estudio.
- Existen métodos complementarios. Con estos no podemos asegurar una posible deficiencia, pero ayudan a corroborar el diagnóstico. Por ejemplo, una técnica muy utilizada es la determinación de la creatinina en orina como marcador de masa muscular.
Evaluación clínica del estado nutricional
En caso de
malnutrición específica de algún nutriente o generalizada, cuando llega a un
grado importante de gravedad da lugar a la aparición de signos clínicos
evidentes en ciertas zonas u órganos corporales tales como la cara, cabello,
cuello, ojos, labios, dientes, encías, lengua, piel, uñas, tejido subcutáneo,
abdomen, aparato genital, sistema esquelético y extremidades inferiores.
Otros sistemas de evaluación
- Parámetros inmunológicos
El estado
nutricional afecta claramente al sistema inmunitario, por lo cual se pueden
utilizar determinados parámetros para evaluar una situación nutricional
disminuida. Entre estos parámetros cabe destacar el recuento total de
linfocitos, recuento de linfocitos T, reacciones cutáneas de hipersensibilidad
retardada, pruebas de transformación linfoblástica, determinación de
inmunoglobulinas, capacidad bactericida intracelular de los polimorfonucleados,
etc.
Este tipo
de pruebas es muy útil para detectar enfermedades en las que el paciente tiene
una apariencia saludable, pero realmente presenta una malnutrición subclínica,
como en el caso de la bulimia nerviosa. En estos pacientes, aunque los
parámetros antropométricos suelen estar dentro de la normalidad, se ha
demostrado que presentan una inmunidad celular disminuida.
- Grado de mineralización ósea
Se suele
utilizar la técnica de absorciometría de fotones basada en que el contenido
mineral del hueso estudiado es directamente proporcional a la energía absorbida
de un fotón emitido por radionúclido.
- Pruebas funcionales
Los
ejemplos más característicos son las pruebas de función respiratoria que sirven
para valorar indirectamente la masa muscular a través de la funcionalidad de
los músculos respiratorios y las dinamometrías que valoran la fuerza que pueden
realizar los músculos esqueléticos.
https://www.elsevier.es/es-revista-offarm-4-articulo-medidas-empleadas-evaluar-el-estado-13044456
La historia
clínica en nutrición se utiliza para:
- Conocer el motivo por el que al paciente acude a la consulta.
- Realizar una exploración física y antropométrica que inicial.
- Almacenar la información del paciente a lo largo del tiempo.
- Recopilar y almacenar pruebas diagnósticas.
- Monitorizar la evolución del paciente una vez aplicado el tratamiento y dietas recomendadas tras el diagnóstico.
En función
de la especialidad que desarrolla cada profesional, la historia clínica puede
constar de distintos apartados. Aunque existen datos básicos que no pueden
faltar en ninguna historia clínica nutricional.
Ejemplo de historia clínica
nutricional
- Datos del paciente
- Datos personales
- Motivo y fecha de la consulta
- Información clínica
- Tensión arterial
- Enfermedades
- Medicación
- Alergias
- Intolerancias
- Cuando la paciente está embarazada: Semana de parto
- Inmunización Toxoplasma
- Antecedentes familiares
- Los antecedentes de Obesidad familar
- Antecedentes HTA
- Dislipidemia
- Historial de Diabetes en la familia
- Antecedentes de enfermedad cardiovascular
- Hábitos alimenticios
- Tipo de alimentación
- Comidas fuera de casa
- Ejemplos de desayuno, comida cena, meriendas, media mañana
- Hábitos (picoteo, consumo de tabaco, alcohol, etc)
- Nivel de actividad
- Tipo de trabajo
- Tipo de actividad física
- Sesiones semanales de actividad
- Exploración física
- Peso
- Altura
- Contorno de cintura
- Gatos energético
- IMC
- Tipo de dieta / tratamiento sugerido. Aquí se incluye el tipo de dieta prescrita al paciente, así como cualquier otro tratamiento y recomendaciones.
- Evolución del paciente. Aquí se incluye el tipo de dieta prescrita al paciente, así como cualquier otro tratamiento y recomendaciones.
i)
Almacenamiento
y consulta segura de los datos.
La AEPD
(Agencia Española de Protección de Datos) aclara en su guía para pacientes y
usuarios de centros sanitarios que:
Asegurar
esta privacidad cuando aún se utilizan documentos tradicionales (en papel)
puede convertirse en una tarea compleja. Este tipo de documentos pueden ser
consultados por los distintos profesionales que tengan acceso a los mismos.
Estén o no autorizados para hacerlo.
Por otro
lado, se puede optar por por soluciones ofimáticas (word, excel) para almacenar
la historia clínica nutricional de los pacientes. Si esta es la opción, el
centro médico debe aplicar engorrosos procedimientos para mantener su
privacidad, evitar la pérdida o robo de datos y facilitar su consulta.
Esto hace
que una de las grandes ventajas de la historia clínica digital sea la
posibilidad de crear y disponer de distintas plantillas personalizadas. Puedes
crearlas en función de la especialidad del profesional o del acto médico que se
lleva a cabo en la consulta nutricional.
ii)
Plantillas
personalizadas en función de las necesidades del profesional.
Distintos
profesionales, o distintos actos médicos realizados por un mismo profesional,
pueden requerir la recopilación de distintos tipos de información.
Esto hace
que una de las grandes ventajas de la historia clínica digital sea la
posibilidad de crear y disponer de distintas plantillas personalizadas. Puedes
crearlas en función de la especialidad del profesional o del acto médico que se
lleva a cabo en la consulta nutricional.
3. USO DE CUESTIONARIOS
Los
cuestionarios en la nutrición son un instrumento que utilizan los expertos para
realizar una investigación y conocer los hábitos alimenticios del paciente, el
grado de conocimiento que tiene sobre los alimentos saludables y otros
aspectos.
https://www.questionpro.com/blog/es/encuestas-nutricionales/
3.1. HISTORIA DIETÉTICA
La historia
dietética es un método de análisis de la ingesta alimentaria. Consta de tres
componentes que proporcionan una información global del patrón de ingesta
habitual de un individuo y también la información detallada sobre algunos
alimentos. La información se recoge en una entrevista y requiere encuestadores
cualificados con gran experiencia. El alto coste y la larga duración de la
entrevista limitan su utilidad en grandes estudios epidemiológicos.
Se utiliza
para describir los alimentos y/o la ingesta de nutrientes habitual durante un período
relativamente largo, por ejemplo, 1 mes, 6 meses, 1 año.
Partes:
1.
Entrevista acerca del patrón habitual de ingesta del individuo encuestado,
estimando las cantidades mediante medidas caseras.
2.
Interrogatorio sobre una lista detallada de alimentos para clarificar el patrón
global de ingesta y verificar la información obtenida en la primera parte
(cross-check).
3. Registro
de alimentos por estimación durante 3 días.
La historia
dietética es una entrevista con la persona objeto de estudio llevada a cabo por
un encuestador altamente cualificado en nutrición y dietética, donde se le pide
a los participantes que intenten recordar la ingesta alimentaria propia de un
periodo de tiempo determinado.
El método
completo habitualmente suele constar de las siguientes partes:
a) Una
entrevista para estimar el consumo habitual de una amplia variedad de alimentos
en las distintas raciones del día que a menudo se inicia con un recuerdo de 24
horas, contemplando posibles variaciones estacionales o a lo largo de la
semana.
b) Un
cuestionario de frecuencia de consumo para contrastar la información.
c) Un registro
dietético de 3 días.
Es recomendable que las personas responsables de llevar a cabo las entrevistas sean nutricionistas con experiencia en el método, que no interfieran en la información y que sean capaces de dirigir y orientar la entrevista hasta su conclusión.
https://www.renc.es/imagenes/auxiliar/files/RENC2015supl1HISTORIADIET.pdf
3.2. RECUERDO DE 24 h.
El
recordatorio dietético de 24-horas (24hDR) es uno de los más utilizados, es un
método subjetivo, retrospectivo que requiere una entrevista cara a cara o
telefónica, y también puede ser auto-administrado utilizando programas informáticos.
El método
consiste en recordar precisamente, describiendo y cuantificando la ingesta de
alimentos y bebidas consumidas durante el periodo de 24 horas previas, o durante
el día anterior a la entrevista, desde la primera toma de la mañana hasta los
últimos alimentos o bebidas consumidas por la noche.
La
información debería describir el tipo de alimento y sus características
(fresco, precocinado, congelado, enlatado, en conserva), la cantidad neta
consumida, forma de preparación, marcas comerciales, salsas, aliños (tipo de
grasas y aceites utilizados), condimentos, líquidos, suplementos
multivitamínicos y suplementos alimentarios, así como el lugar y hora de su consumición
(en casa, fuera de casa), etc.
La
información es recogida por medio de un cuestionario abierto o predeterminado
(en formato de papel o digital empleando un software fiable especialmente diseñado).
El método requiere un entrevistador preparado y la elaboración de un protocolo
de procedimientos detallado y exhaustivo.
Se requiere
un mínimo de 2 a 5 24hDRs (en la práctica normalmente se completan 2-3) para
establecer la ingesta habitual, dependiendo de los objetivos del estudio, los
nutrientes de interés y el tamaño de la muestra, y óptimamente administrado en distintos
momentos del año para capturar la variación estacional.
https://www.renc.es/imagenes/auxiliar/files/NUTR.%20COMUN.%20SUPL.%201-2015_Recuerdo%2024%20h.pdf
3.3. CUESTIONARIO DE FRECUENCIA DE CONSUMO DE
ALIMENTOS (FCCA).
Los
Cuestionarios de Frecuencia de Consumo son una versión más avanzada del método
Historia de la Dieta encaminado a evaluar la dieta habitual preguntando con qué
frecuencia y qué cantidad se consume de una relación seleccionada de alimentos
o bien de grupos de alimentos específicos incluidos en una lista en un periodo
de tiempo de referencia.
Método
originalmente diseñado para proporcionar información descriptiva cualitativa
sobre patrones de consumo alimentario y posteriormente evolucionó para poder
obtener información sobre nutrientes especificando también el tamaño de la
ración de consumo usual.
Los tres componentes
principales de estos cuestionarios son la lista de alimentos, la frecuencia de
consumo y el tamaño de la ración consumida. La lista de alimentos debe reflejar
los hábitos de consumo de la población de estudio en el momento en que se
recogen los datos. La frecuencia de consumo puede preguntarse de forma abierta
u ofreciendo categorías de frecuencia de consumo. Los cuestionarios
cualitativos no preguntan por la ración consumida; los semi-cuantitativos
presentan raciones estándar y los cuestionarios cuantitativos solicitan al encuestado
que estime el tamaño de la ración consumida en medidas caseras o en gramos.
Pueden ser
auto-administrados, en papel o en soporte web, o bien mediante entrevista
personal o telefónica. Por su formato estandarizado, especialmente los
cerrados, y por la forma de administración, son un método con un alto
rendimiento en términos de coste-efectividad que ha favorecido su extendido uso
en grandes estudios epidemiológicos de cohortes y también con otros diseños.
Presenta el
inconveniente de incorporar errores sistemáticos y sesgos importantes, por lo
que en la actualidad se buscan procedimientos para mejorar la calidad de la
información y se recomienda utilizarlos junto a otros métodos que permitan realizar
los ajustes necesarios.
https://www.renc.es/imagenes/auxiliar/files/RENC2015supl1FFQ.pdf3.
3.4. REGISTRO DIETÉTICO (DIARIO DIETÉTICO).
Se trata de
un método prospectivo en formato abierto que recoge información sobre los
alimentos y bebidas consumidos en un periodo de tiempo previamente especificado.
Permite estimar la ingesta actual de individuos y de grupos de población, así
como identificar grupos con riesgo de presentar ingestas inadecuadas. Se trata
de un método de interés para su aplicación en estudios epidemiológicos o en el
ámbito clínico.
Está sujeto
a errores y limitaciones, derivadas principalmente de la tendencia del sujeto a
declarar consumos de alimentos próximos a los que considera correctos. Otros problemas
son la alta demanda de colaboración, posible inducción de modificaciones en la
dieta de los sujetos analizados o dificultades para describir los alimentos y/o
porciones consumidas. Cuanto mayor es el número de días de observación de la
dieta disminuye la calidad de los registros completados. También hay que
considerar el elevado coste de procesado de la información. Entre las
principales ventajas de este método destaca el registro de los alimentos y
bebidas en el momento de su consumo, lo que reduce el problema de omitir alimentos
por olvido. El registro por pesada permite estimaciones más precisas de las
cantidades consumidas.
4. EVALUACIÓN FÍSICA Y CLÍNICA DEL ESTADO NUTRICIONAL.
4.1. MEDIDAS ANTROPOMÉTRICAS.
La
antropometría evalúa el tamaño corporal y la proporción entre talla y peso.
Igualmente, permite estimar de forma indirecta los distintos compartimentos
corporales (agua, masa magra y masa grasa). Cambios en el peso y en las
circunferencias de la cintura y de la cadera, entre otros, son indicadores de
variaciones en el estado nutricional, que pueden valorarse por comparación con
los valores previos o con los intervalos de normalidad obtenidos en estudios
poblacionales. Las medidas antropométricas son fáciles de obtener, aunque su
fiabilidad depende del grado de entrenamiento de quién toma la medida,
requieren un instrumental sencillo (balanza, calibrador de pliegues cutáneos,
cinta métrica flexible, tallímetro) y su coste es bajo.
La
principal causa de error en la determinación e interpretación de los parámetros
antropométricos se debe a la falta de precisión, pues los valores obtenidos
dependen mucho de quién, cómo y dónde se miden.
La
hidratación, el tono muscular y la edad también influyen. La talla se determina
con la persona descalza, de espaldas al vástago vertical del tallímetro, con
los brazos relajados y la cabeza en una posición de forma que el meato auditivo
y el borde inferior de la órbita de los ojos estén en un plano horizontal.
Cuando no es posible medir la talla de forma directa, ésta se calcula a partir
de la altura de la rodilla o la de longitud de la rodilla-maléolo externo. La
relación entre la talla y la circunferencia de la muñeca permite determinar la
complexión individual.
El peso es un buen parámetro de evaluación del
estado nutricional individual. Se debe medir, preferiblemente, con una balanza
digital calibrada, con el sujeto de pie, apoyado de forma equilibrada en ambos
pies, con el mínimo de ropa posible o con bata clínica, después de evacuar la
vejiga y el recto.
Los pliegues cutáneos y los perímetros
corporales son útiles para determinar la grasa subcutánea y la masa muscular,
respectivamente. El grosor de determinados pliegues cutáneos (bíceps, tríceps,
subescapular, suprailíaco, abdominal, etc. es indicador de la grasa corporal
total, puesto que en el ser humano la mitad de la grasa corporal se encuentra
en la capa subcutánea. El pliegue más utilizado es el tricipital.
4.2.
EVALUACIÓN BIOQUÍMICA. PRUEBAS DE LABORATORIO.
Un análisis
bioquímico, también llamado rutina de bioquímica, es una prueba de una muestra
de sangre que se realiza para medir la cantidad de diferentes sustancias
químicas en el cuerpo. Estas sustancias incluyen electrolitos (como sodio,
potasio y cloruro), grasas, proteínas, glucosa (azúcar) y enzimas.
Cuando se
realiza un análisis bioquímico es con el fin de estudiar varios parámetros en
la sangre y comprobar qué grado de concentración tienen diferentes sustancias
químicas que tenemos en la sangre. El por qué realizamos estos análisis es
porque sirven a los médicos para:
- Poder confirmar un diagnóstico en un paciente que tienen síntomas de una enfermedad determinada.
- Llevar un control de la respuesta que un paciente está teniendo al tratamiento de su enfermedad.
- Para diagnosticar con antelación enfermedades a personas que no tienen síntomas de una enfermedad, pero que pueden tener algún factor de riesgo para padecerla.
Antes de
realizar un análisis bioquímico el paciente debe haber estado en ayunas al
menos 6 horas. Ingerir alimentos podría alterar varios parámetros bioquímicos
como puede ser la glucosa, el colesterior, los triglicéridos y el ácido
úrico. El análisis los podemos realizar
en un hospital, clínico o consulta aunque cuando es necesario se lleva a cabo
en el domicilio del paciente.
En primer
lugar debemos localizar una vena que sea apropiada. Normalmente son venas que
se sitúan en la parte de la flexura del codo. No debemos olvidar llevar guantes
sanitarios, una aguja (con una jeringa o tubo de extracción).
Pondremos
un tortor (cinta de goma-látex) en el brazo para que las venas sean más
visibles y más accesibles al retener más sangre.
Limpiamos
la zona del pinchazo con un antiséptico y realizamos una palpación con el fin
de localizar la vena apropiada y llegar a ella con la aguja. Soltaremos el
tortor.
Cuando la
sangre comience a fluir, por la aguja realizaremos una aspiración (mediante la
jeringa o mediante la aplicación de un tubo con vacío).
Una vez
hemos terminado la extracción, debemos extraer la aguja y presionaremos esa
zona con algodón o similar con el fin de conseguir que se coagule. El paciente
deberá flexionar el brazo y mantener la zona presionada con un esparadrapo
durante unas horas.
La sangre
que hemos extraído debe ser trasladada al laboratorio de análisis en un tubo
especial para bioquímica, con un producto anticoagulante. Normalmente para una
batería estándar de parámetros bioquímicos, no suelen ser necesarios más de 10
mililitros de sangre.
https://www.kapitalinteligente.es/que-es-un-analisis-bioquimico/
.
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